Se trata de la última “ligne droite”
en la gira de Indochine, que pasa este viernes 23 de noviembre y mañana por la
ciudad de Nantes. Nicola Sirkis habla de la girá, los conciertos, los fans…
Después de
haber llenado dos veces el Zénith de Nantes hace algunos meses, Indochie
regresa a esa ciudad. Las entradas para las dos nuevas presentaciones que
vienen están agotadas. El grupo de Nicola Sirkis emociona a las nuevas
generaciones tras haberlo hecho antes con sus padres.
En escena,
si bien es cierto que Indochine toca una buena parte de canciones del nuevo
disco “13”, no se olvidan de algunos hits populares en los años 80s.
Para esta nueva
gira que se inició a inicios del año en Paris, Indochine concibió un show
impresionante, con un inmenso techo que se ilumina como un platillo volador. Una
suerte de metáfora del mundo de hoy y de la manera de cómo evadirse. « J’ai
demandé à la Lune si elle voulait encore de moi… »
·
Cómo pasar de seis fechas con tickets
agotados en Bercy siguiendo luego con un concierto en Dijon, dos conciertos a
Nantes esta noche y mañana. No es la misma cosa tocar en Bercy y en los lugares
que vienen.
Efectivamente,
no es lo mismo. A nivel de gigantismo, Bercy tiene un local que recibe a 14 000
personas; para Nantes es unos ocho o nueve mil; mientras que en Dijon son unos
siete mil. Hay un contraste. Ya sea en Dijon o en Bercy hemos estado encantados
de tocar en esos lugares. Es muy “cool” ser aplaudido sin importar que se trate
de unas 20 personas o por unas 8 mil o 10 mil.
En efecto,
Bercy es un poco más…. Muchos fans se reunieron allí, los más fanáticos. Y allí
viendo a la gente que fluía de todos lados hizo que el concierto tenga una
amplitud increíble. En cada gira, apreciamos situaciones así. A menudo, la
gente viene a vernos varias veces.
·
Es importante preveer el hecho que
los fans no asistirán a un solo concierto. ¿Pero en las varias presentaciones de una gira
se puede anticipar una misma lista de canciones?
No. En mi
opinión son cerca de 20% a 30% la gente que nos vuelve a ver en las distintas
secciones de la gira. Incluso en Bercy había gente que no nos había visto en
todas las presentaciones. En Nantes hubo gente que ya nos vio tocar, mientras
que otros no. En efecto, no se impone suprimir las canciones de la “premiere
vague”, es decir, de la primera parte de la gira. Es algo complicado, es la
elección que se acordó.
Sin embargo,
siempre tenemos cinco o seis temas de recambio que podemos intercalar en el “set
list”. En efecto, el “set list” de la primera presentación no se parecerá al de
las fechas en que podamos modificarlo. Eso nos permite tener cambios y acercamientos
diferentes con el público. Es bueno variar y la gente se alegra por eso.
·
Ahora están en la “deuxieme vague”…. Eso
quiere decir que existirá una “troiseme vague”?
(Risas) Mucha
gente lo pide. Aprovecharé de la presente gira que va hasta el 21 de diciembre;
para luego preguntarnos si este pedido es posible. Hay mucha demanda. El problema
más importante que tenemos con la gira es que hay salas que son muy pequeñas
para poderla recibir.
Hay ciudades
como Rennes donde no podemos tocar. Lo mismo se da en Brest. Hay varias ciudades
en donde no podemos presentarnos porque la capacidad de sus locales son
insuficientes para recibir la parafernalia de nuestra producción (pantallas,
techos, etc). Habrá que elegir otro tipo de producción. Este tema es algo
complicado para administrar en verdad.
·
Ahora realizan la última “ligne
droite” de la gira con una escenografía asombrosa. ¿Hubo algunos riesgos o
dudas en cuanto a su presentación en la gira?
Tuvimos dudas
a todo nivel. No puedo decir que me encontraba tranquilo. Pero estaba seguro….cada
vez que iba a un concierto y veía su techo me decía “no es posible”; sobre todo
desde que nos presentamos en el Stade con todas las 30 o 40 mil personas. La idea
de colgar una pantalla-techo….. Abríamos el techo de la sala de conciertos, se
podía salir volando entre las estrellas y muchas cosas más.
Había dudas
de parte del equipo técnico sobre el sonido porque yo quería que se bajen los
graves del sonido para que los espectadores no se vean afectados. Me incomodaba
que se vean hermosas imágenes del grupo pero que fueran arruinadas con ese
efecto. Fue difícil darle vuelta al problema, pero lo logramos. Otra dificultad
fue el financiamiento, pues se el costo era alto. Era un combate permanente y
largo; pero estoy contento.
Estuve emocionado
durante la primera vez que vi el encendido del techo en los ensayos o en
distintos lugares de Francia. Y es emocionante también ver las reacciones de la
gente al momento de observarlo.
·
Se trata de un viaje a un mundo
ideal.
Sí. Es como
decir “¿a dónde podemos salir para hallar un lugar mejor?” Se trata de una metáfora
sobre el mundo actual, sobre el hecho de cómo evadirse. Uno puede hacerlo a
través de la literatura, la música. Una mirada al cielo, es interesante.
Fuente: www.ouest-france.fr / 23
de Noviembre
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